
después
de la batalla
entre el humo
y la sangre
que repta tibiamente
mientras los otros
revisan los cadáveres
buscando anillos
muelas de oro dólares
y entran en las blancas
casas destruidas
apoderándose de los cubiertos de plata
los bonex las ajenas vulvas
yo me siento
en la arena
recojo un caracol
una piedra un pequeño
vidrio de botella
mientras pienso
alucinado
que debo inventar
cuanto antes
un nuevo combate.
de la batalla
entre el humo
y la sangre
que repta tibiamente
mientras los otros
revisan los cadáveres
buscando anillos
muelas de oro dólares
y entran en las blancas
casas destruidas
apoderándose de los cubiertos de plata
los bonex las ajenas vulvas
yo me siento
en la arena
recojo un caracol
una piedra un pequeño
vidrio de botella
mientras pienso
alucinado
que debo inventar
cuanto antes
un nuevo combate.
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