lunes, 10 de mayo de 2010
Las vidas de Hebe Sommelier
Ciertas noches ella volcaba
néctar en las redondas copas de los dioses
o enganchaba los caballos de brillante pelaje
al carro de su madre
mientras soñaba
con abandonar la sagrada arboleda
y bajar por un tiempo a pasearse
por el mundo
entonces
cultivaba hijos, zapallos y tomates
en medio de los montes
trabajaba en un call center
en la peatonal de una mega urbe
estudiaba saxo dos veces por semana
amasaba un pan de miga fresca
transpirando al compás de un tango
o pelaba papas verdes en Florencia
obsesionada con una luna llena sobre la torre inclinada
mientras se repetía que de toda experiencia
siempre Algo se aprende.
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