sábado, 4 de abril de 2009

iyawo





Te fuiste


todos los dias di vuelta la clepsidra


como una botella como una media


tuve cada segundo


en la mano guijarros carozos


lamí la cuchara del tiempo


una otra vez


contando los segundos que pasaban


los que todavía no habian llegado


para que bajaras una vez más


de la escalerilla


siempre una sólo una


Vez por año


vestido de negro con tu sonrisa


de héroe de guerra


hice acrobacias en el aire suspendida


de la tela del tiempo


una guayaba ahuecada


por los picotazos del pájaro


del tiempo el tiempo


que pasa una estampida en un estadio


contar las campanadas


de la torre medieval


mientras voy envejeciendo


y la foto sepia de familia ya ha cambiado


cuando tu mano abre una vez más


el cofre cada solsticio


de tu verano de mi invierno


cómo será verte esta vez


llegar de blanco como un druida con su hoz de oro


tus collares de cuentas de colores


que protegen al ahora hijo de los dioses


la sangre de tantos sacrificios


el son de tantos batás


corriendo por la selva allá lejos


en la candente oscuridad de tu mirada.

2 comentarios:

Isla Utopía dijo...

Hermosísimo poema compañer@...

Anónimo dijo...

gracias! son muy generosos los dos...