
tantas noches una noche
me siento
te miro
casi mansamente
(ensayo párpados de doncella)
te escucho hablar hablar
siempre dentro del espiral de tu ombligo
desviás de un revés
aquello que no querés pensar
-mis flechas con curare te molestan como moscas-
no rasco mas de lo que se ve
aunque soy mas persistente que penélope
intentás una sonrisa de gentleman
ante la que te conoce los gestos mínimos
cuando te alejás
sólo veo tu espalda descubro
que en este tiempo
lo hemos perdido casi todo.
Poco más que arena
que se espanta muta con el viento.
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